Salimos de Pontemaceiras, pueblo pintoresco, de los que hay que volver a visitar, con un tiempo que prometía que pasaríamos una etapa pasada por agua, hecho que por suerte no se produjo y pudimos disfrutar de un paisaje y un camino sin incidencias haciendo una parada en Zas y siguiendo hasta Vilaserío, donde los niños siguen siendo los verdaderos protagonistas, ya que nos sorprenden a todos por su entusiasmo y resistencia que demuestran en cada etapa.
Sinceramente queremos animaros a todos a probar esta experiencia en familia, donde todos disfrutamos de un día diferente, viendo unos senderos y paisajes que de otra manera sería más difícil conocer y consiguiendo por el momento en las dos etapas que llevamos, que sorpendentemente no lloviera, siendo por tanto el tiempo nuestro aliado.
Animaros a compartir vuestra experiencia, en el apartado de comentarios en el pie de la noticia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentanos tus impresiones sobre la noticia publicada