Etapa 3: VALOS-MELIDE

REFRANERO DEL PEREGRINO: Un peregrino sin buen humor, es como un mundo sin color.

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DESCRIPCIÓN DE LA ETAPA

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Gráficos y perfiles cedidos por Mundicamino:

Valos - Palas de Rei (3 Km). Comenzamos la etapa a unos dos kilómetros de Palas de Rei, pueblo que no veremos hasta superar el Alto del Rosario.

Palas de Rei - Casanova (5.8 Km). La carretera y el camino caminan juntos hasta el punto kilométrico 36, donde la carretera tuerce a la derecha y el camino sigue recto hacia los lugares de Aldea de Riba y Gailoa de Riba. A estos lugares les siguen las aldeas de San Xiao do Camiño y Pontecampaña, para llegar finalmente a Casanova.

Casanova - Leboreiro (3.4 Km). Por veredas y siguiendo una suave cuesta llegamos a Campanilla; entre eucaliptos alcanzamos O Coto y, tras cruzar el río Pambre, se abandona la provincia de Lugo para entrar en La Coruña por Leboreiro, primera localidad de la última provincia del Camino.

Leboreiro - Furelos (4.0 Km). Unidos por un agradable camino próximo a la carretera. Tras superar un polígono industrial, descendemos al río Furelos.

Furelos - Melide (1.9 Km). Superado el río Furelos por el puente medieval, se inicia un suave ascenso que da acceso a la ciudad de Melide por su calle principal; a la mitad de esta calle, en su margen izquierda, se encuentra Casa Ezequiel, lugar en donde se puede degustar uno de los mejores platos de pulpo que se toman en Galicia.

Melide - Boente (5.6 Km). De lo más alto de Melide se desciende por la calle que conduce al albergue. Pasaremos por Sta. María de Melide y el arroyuelo de San Lázaro; dejaremos atrás la aldea de Raído y el regato Valverde donde se inicia un repecho por camino de tierra que nos dará acceso a Boente.

LUGARES DE INTERÉS

PALAS DE REI: Destaca la iglesia parroquial con una preciosa portada románica.

MELIDE: de origen prerromano, brinda un interesante recorrido en su casco antiguo: en la plaza del Convento se encuentra el Museo Etnográfico (antes Hospital del Sancti Espiritu); la Iglesia de Santa María y de San Pedro son un testimonio vivo del románico y de la importancia que alcanzó esta localidad en la época medieval. Contaba con un Lazareto atendido por los monjes-caballeros de la Orden de San Lázaro. Existió un monasterio del mismo nombre, cuyo templo actualmente es iglesia parroquial. La villa fue destruida en el siglo XV, por una sublevación popular contra el poder feudal.